LUCHA



 LUCHA DE DIEGO NOVOA



Diego Noboa, triunviro.
El afán de recuperar las libertades ciudadanas y poner fin al despotismo del militarismo extranjero que protegía el entonces presidente del Ecuador, general Juan José Flores, constan como causas del triunfo de la Revolución Marcista o Nacionalista, con escenario Guayaquil el 6 de Marzo de 1845.

Otros factores fueron el rechazo a la postura regionalista de Flores, quien por su vínculo con los latifundistas de la Sierra ponía obstáculos al desarrollo de nuestra región y del Puerto Principal. Igualmente, el rechazo a los errores políticos y económicos del gobernante y las exigencias de la Costa por un mayor acceso al poder central y a la administración pública.

La acción del periódico El Quiteño Libre, de Pedro Moncayo, y de Vicente Ramón Roca, José Joaquín de Olmedo, Vicente Rocafuerte, José María Urbina, Gabriel García Moreno tuvieron apoyo y fortalecieron el consenso nacional. Rebasó la tolerancia la Convención Nacional de 1843, que Flores manejó a su antojo para promulgar la Carta Magna conocida como La Carta de la Esclavitud.

Así, Guayaquil presentó un clima agitado la noche del 5 de marzo en que hubo conversaciones para culminar detalles con el aporte de los militares Antonio Elizalde, Fernando Ayarza, Juan y Francisco Valverde y otros.

El 6 de marzo el pueblo salió a las calles en apoyo de sus dirigentes; el gobernador Espantoso renunció el 7 de marzo ante una Junta Popular, que desconoció a Flores.

La causa se consolidó al integrarse el triunvirato con Vicente Ramón Roca, por Guayaquil; Diego Noboa, por Cuenca, y José Joaquín de Olmedo, por Quito. Este Cuerpo estuvo en funciones hasta cuando se reunió en Cuenca (octubre-diciembre de 1845) la Convención Nacional encargada de reorganizar la República.

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